Using Your Imagination

This talent for composition or impersonation can be explained as an ability to imagine sounds before they are produced. They are both creative processes. Imagination is the seed of creativity; those learned or applied skills are the soil in which it develops.

Conversely, having an ear for music can also be thought of in terms of having an imagination for music. Most people recognize that the ability to sing varies widely from person to person—anywhere from "Boy can she sing!" to "He couldn't carry a tune in a bucket!" Few people realize that singing ability has more to do with a highly developed imagination than it has to do with highly developed vocal cords.

Here's an example of what I mean. After years of classroom experience and thousands of students, I came to tell which students were going to be the better singers by their non-singing behavior, both in and out of class. You see, the most imaginative student is often not the best behaved one.

I remember one particular young man who drove me crazy with his constant talking and antics in class. He didn't sing particularly well and I was considering removing him from the choir. It was not until I had the opportunity to work with him in the school's drama production that I witnessed the unbelievable talent he had for acting and mimicking character voices—small glimpses of which I had unfortunately seen in rehearsal. I knew that he had the ability to become an outstanding singer if he could just apply all that vivid imagination and energy to the study of voice.

Happily, the result was just what I had hoped for. I encouraged him to turn his talents for mimicking other voices to his singing. He fearlessly experimented with new sounds and gladly "tried on" different vocal timbres. Because of his willingness to imagine and experiment with new sounds, he became a joy to teach-—and quickly became one of the best voices in the choir.

This relationship between acting and singing ability (both dependent upon imagery skills) is seen over and over again on television, on stage, and in the movies. It is never a surprise to me that a fine actor is often a good singer, or vice versa. Frank Sinatra and Harry Connick, Jr. are both wonderfully gifted singers who turned out to be fine actors. Glenn Close wasn't particularly thought of as a singer, but then she wowed us in Sunset Boulevard on Broadway and again in the television remake of South Pacific. Mandy Patinkin is as fine a singer as he is an actor. And the list goes on and on.

Usando tu imaginación
Este talento para la composición o la personificación puede explicarse como una capacidad para imaginar sonidos antes de producirlos. Ambos son procesos creativos. La imaginación es la semilla de la creatividad; esas habilidades aprendidas o aplicadas son el suelo en el que se desarrolla.

Por el contrario, tener oído para la música también puede considerarse en términos de tener imaginación para la música. La mayoría de la gente reconoce que la capacidad de cantar varía mucho de persona a persona, desde "¡Vaya, ella puede cantar!" hasta "¡No podía cantar una melodía en un balde!" Pocas personas se dan cuenta de que la capacidad para cantar tiene más que ver con una imaginación muy desarrollada que con unas cuerdas vocales muy desarrolladas.

He aquí un ejemplo de lo que quiero decir. Después de años de experiencia en el aula y miles de estudiantes, llegué a determinar qué estudiantes iban a ser mejores cantantes por su comportamiento al no cantar, tanto dentro como fuera de clase. Verá, el estudiante más imaginativo a menudo no es el que mejor se porta.

Recuerdo a un joven en particular que me volvía loca con sus constantes conversaciones y travesuras en clase. No cantaba muy bien y estuve pensando en sacarlo del coro. No fue hasta que tuve la oportunidad de trabajar con él en la producción dramática de la escuela que fui testigo del increíble talento que tenía para actuar e imitar las voces de los personajes, pequeños destellos que desafortunadamente había visto en los ensayos. Sabía que tenía la capacidad de convertirse en un cantante excepcional si podía aplicar toda esa vívida imaginación y energía al estudio de la voz.

Afortunadamente, el resultado fue justo lo que esperaba. Lo animé a que volcara su talento para imitar otras voces en su canto. Experimentó sin miedo con nuevos sonidos y "probó" con gusto diferentes timbres vocales. Debido a su voluntad de imaginar y experimentar con nuevos sonidos, se convirtió en un placer enseñar y rápidamente se convirtió en una de las mejores voces del coro.

Esta relación entre la capacidad de actuar y cantar (ambas dependientes de las habilidades de visualización) se ve una y otra vez en la televisión, el escenario y el cine. Nunca me sorprende que un buen actor sea a menudo un buen cantante, o viceversa.